Violencia Económica en Bolivia y Potosí
Una forma silenciosa de control y abuso en las relaciones personales
La violencia económica es una manifestación de abuso donde una persona controla, limita o manipula los recursos económicos de otra, afectando su autonomía y bienestar. En Bolivia y la región de Potosí, esta forma de violencia es frecuente en relaciones de pareja y familias, afectando especialmente a mujeres.
¿Qué es la violencia económica?
Consiste en impedir o controlar el acceso al dinero, negarle la posibilidad de trabajar, o gestionar de forma arbitraria los ingresos y bienes comunes. Esta forma de violencia limita la independencia económica y genera dependencia.
Formas comunes de violencia económica
- Control absoluto del dinero: la persona agresora decide cómo y cuándo se utiliza el dinero.
- Negar recursos para necesidades básicas: alimentación, ropa, educación o atención médica.
- Prohibir o impedir trabajar o estudiar: limitando el desarrollo personal y profesional.
- Endeudamiento forzado: generar deudas a nombre de la víctima sin su consentimiento.
Factores que favorecen la violencia económica
- Roles tradicionales de género que asignan el control económico al hombre.
- Dependencia financiera y falta de educación económica.
- Falta de políticas públicas efectivas para la protección y empoderamiento económico.
- Entornos sociales donde la violencia económica no se reconoce ni sanciona.
Impactos en las víctimas
La violencia económica afecta la autoestima, la salud mental y limita las opciones de vida de la víctima, generando:
- Dependencia económica y dificultad para salir de la relación abusiva.
- Pérdida de oportunidades educativas y laborales.
- Problemas psicológicos como ansiedad, depresión y estrés.
- Afectación directa al bienestar familiar y social.
Marco legal en Bolivia
La Ley N° 348 reconoce la violencia económica como parte de la violencia contra la mujer y establece medidas de protección, sanciones penales y apoyo integral para las víctimas.
Dónde buscar ayuda
- Denunciar ante la Policía y Fiscalía especializada en violencia contra la mujer.
- Solicitar asesoría legal gratuita en centros de atención a víctimas.
- Buscar apoyo psicológico para fortalecer la autonomía y autoestima.
- Participar en programas de empoderamiento económico y capacitación.
La violencia económica es una forma grave de abuso que limita la libertad y dignidad de las personas, especialmente de las mujeres, y debe ser combatida con conciencia, leyes y apoyo social efectivo.
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