Discriminación por Situación Económica o Social
Por una sociedad más justa e inclusiva
La discriminación por situación económica o social ocurre cuando se excluye, margina o se da un trato desigual a personas en situación de pobreza o vulnerabilidad económica. Esta forma de discriminación afecta profundamente la dignidad, autoestima y acceso a oportunidades básicas como la educación, la salud y el empleo.

¿Qué implica esta forma de discriminación?
Significa juzgar o excluir a una persona por su nivel de ingresos, apariencia, condición de vivienda o pertenencia a una clase social considerada “inferior”. Se manifiesta tanto en actitudes individuales como en prácticas institucionales.
Formas en que se manifiesta
- Negarse a contratar a personas de barrios populares o con vestimenta humilde.
- Excluir a estudiantes por no poder pagar materiales o cuotas escolares.
- Desigualdad en el trato en hospitales, bancos o servicios públicos.
- Trato despectivo, humillante o burla hacia personas en situación de calle o pobreza.
Causas principales
- Prejuicios sociales arraigados que asocian pobreza con flojera o incapacidad.
- Desigualdad estructural en el acceso a recursos y oportunidades.
- Medios de comunicación que refuerzan estereotipos de éxito y fracaso.
Consecuencias sociales y personales
- Reproducción del ciclo de pobreza y exclusión.
- Baja autoestima y pérdida de motivación en jóvenes y adultos.
- Aumento de la desigualdad social, violencia e injusticia.
Protección legal en Bolivia
La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia reconoce el derecho a la igualdad y prohíbe toda forma de discriminación por motivos económicos o sociales. También existen leyes como la Ley N° 045 contra el racismo y toda forma de discriminación que amparan a personas afectadas.
¿Dónde acudir?
- Defensoría del Pueblo y sus oficinas regionales.
- Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional.
- Organizaciones de derechos humanos y de desarrollo social.
- Centros comunitarios, iglesias, fundaciones y ONGs locales.
La dignidad humana no debe depender del nivel de ingresos. Combatir la discriminación por situación económica o social es clave para lograr una sociedad más equitativa, solidaria y con oportunidades para todos.
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